Entrada obligatoria #1: Postre de chorizo.

El otro día, mientras veía Masterchef Celebrity, me encontré con una frase que resonó en mi cabeza: "Eres más basto que un polo de chorizo". No sólo me hizo reír, sino que prendió en mí la bombilla de las malas ideas y me hizo preguntarme: ¿Podría ser realmente posible hacer un polo de chorizo?

Comencé a pensar en cómo podía cocinar el chorizo para conseguir no sólo que fuera dulce sino que quedase bien congelado (con la grasa y todo eso). Y obviamente, como muchas cosas en mi vida, fracasé.

Me di cuenta de que estaba siendo demasiado literal. Tenía que ver más allá de los ingredientes, cambiar mi enfoque gastronómico y replantearme mi vida como cocinera amateur. Fue entonces cuando hallé la respuesta que buscaba: podía hacer un trampantojo.

Por definición el trampantojo culinario consiste en un engaño a la vista y al paladar, es decir, aparenta una cosa pero sabe a otra. Por lo cual es posible hacer un polo de "chorizo" dulce y realista. Y hoy os voy a compartir esa receta.

Anotación de aspirante a chef: no quiero llevarme el crédito por la receta original (que hay varias por internet), pero intenté darle mi toque personal.

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INGREDIENTES:

• 1 tableta de chocolate con leche

• 75 grs. de nata para montar

• 75 grs. de mantequilla

• 30 grs de cereales (de preferencia tipo Corn Flakes, yo le puse también de arroz inflado)

• 75 grs. de almendras naturales

• Colorante rojo

• Una pizca de sal

Opcional:

• Una pizca de esencia de vainilla

• Azúcar glass para decorar

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PREPARACIÓN:

Juntamos las almendras con los cereales y los molemos juntos, hasta que queden trozos de almendra no tan grandes pero visibles, pues estas emularán la grasita de nuestro chorizo.

Una vez molidas las reservamos. En una olla pequeña derretiremos a baño maría el chocolate y la mantequilla. También añadimos la nata, la vainilla y la sal para que se integren bien desde el principio. Una vez tenemos una consistencia líquida dejamos reposar por unos 10 minutos para que se enfríe. Después añadimos los cereales y las almendras; así como el colorante rojo. Aquí debemos tener cuidado, pues un mal uso del colorante puede hacer que nuestra receta pase de una charcuterie delicatessen a un salchichón radioactivo.

Con la mezcla ya hecha cortamos un par de trozos medianos de papel film trasparente y los extendemos en una supericie plana, vertiendo la cantidad que desees dependiendo del tamaño del chorizo (La mitad de la mezcla en cada papel, o cinco cdas. aproximadamente si buscas recrear mi polo de chorizo). Doblamos el film por la mitad como si fuese un taco y lo enrollamos, sujetando por los extremos del papel para evitar que se salga. Para finalizar apretamos cada extremo para que quede un embutido macizo y -si queréis- hasta hacerle un nudito.

Por último, mete tus choricillos en el frigorífico por dos horas (o, si eres impaciente, con una hora en el congelador basta), y ya estaran listos para desenvolver y cortar. a la hora de servir puedes cortarlo en pequeñas lonchas si quieres; aunque mi cometido era hacer un buen señor polo, así que al sacar el mini chorizo ensarté un palillo, como si se tratase de un pincho muy tosco.

Opcional: puedes cubrirlo con azúcar glass para un mayor efecto trampantojiano; o incluso puedes omitir el colorante y hacer un trampantojo de morcilla. el mundo del embutido dulce es tuyo.

En conclusión, te recomiendo cocinar esta receta....

Si quieres ofrecer a los comensales (o a tí mismo) un postre rústico; o si lo que buscas es ver cómo los degustadores ponen cara de confusión existencial al no saber lo que se acaban de meter en la boca.